Con el encendido de los dispositivos de la mesa de operaciones comenzaba el placer. Iluminado por una tenue luz, el cuerpo con vida de su subalterno esperaba la disciplinada mano artística de su señor. Siglos de férrea dedicación unidos al afán desmesurado por comprender el dolor, lo habían convertido en el más capacitado para crear a los atormentados.
La sentencia consistía en que aquellos
despojos pusilánimes que no habían luchado y defendido en vida sus
intereses más egoístas merecían la corrección mediante la
correspondiente transformación en esclavos. Sin duda, en una ciudad
como aquélla, quien no disfrutaba de un protector o defendía con su
propia vida sus deseos era irremediablemente avocado al martirio por
sus semejantes. Esto le producía un mayor placer.
Después de enfundarse sus guantes y
colocarse la máscara de operaciones, esnifó la correspondiente
dosis de droga. Procedió a deleitarse con su mejor disciplina: la
creación, control y extinción del dolor ajeno y propio. Procedió
de forma habitual, con el informe apropiado.
- Varón elfo oscuro, de casta
desdeñable, de unos 350 años de edad, en plenas capacidades
motrices y mentales. Presenta un cuerpo impoluto con aspecto de no
haber participado en batalla alguna -
Inyectó la droga conveniente para
evitar movimientos involuntarios de última hora, a la vez que
acrecentaban el dolor en su obra, con lo que obtendría un ser
consciente e inmóvil, cuyo único indicativo de vida serían sus
pupilas dilatadas por el “exceso” de dolor. Comenzó a sentir una
erección.
Lo primero era librarle de su piel para
que el mero aire fuera un suplicio para él. El sujeto aumentó su
respiración pero permaneció inmóvil. Arrancó uñas de pies y
manos para sustituirlos por garras de materia oscura que le darían
la capacidad de combatir sin armas. Aumentó las glándulas de
endorfinas y adrenalina para que no hubiera duda en sus actos.
Cortó sus miembros sexuales y selló
su ano, unificando sus funciones fisiológicas a través de su boca,
para que de esta manera la alimentación del esclavo fuese barata.
Con ello, sintió de nuevo el placer magnificado en la erección de
su miembro.
Conectó la arteria del corazón a la
máquina de crecimiento y le dio a ésta máxima potencia.
El sonido del licuado y vaciado de la
sangre sustituido por la sustancia de crecimiento otorgaría a su
anfitrión fuerza y poder sin igual, a la vez que hacían que su
cuerpo convulsionara y se retorciera de dolor. Los músculos
aumentaban y disminuían casi al instante produciendo un silencioso
dolor en su víctima cuyos ojos y pupilas parecían buscar clemencia
en su creador.
Entonces llegó el éxtasis. La columna
vertebral incapaz de soportar el aumento desmesurado de sus venas y
nervios crecía de tamaño creando bubones de pus y músculo que
daban paso a brazos de aspecto fetal y a cabezas de dudosa función.
La obra de arte estaría terminada de
no ser porque este atormentado no era uno cualquiera. Éste
comandaría y dirigiría a sus demás congéneres con la maldición
de la inteligencia consciente. La mayoría de veces un atormentado
era lobotomizado para ser más dócil en sus cometidos, sólo siendo
conocedor del dolor constante propiciado por su amo.
Este ser sería un mártir, puesto que
conocería su pasado libre, su presente de sufrimiento agónico y su
futuro de leal servidumbre al mantenerle intacto el cerebro. Esto era
sólo posible en los especímenes más fuertes. Por lo tanto selló
su rostro, después de despojarlo de orejas y nariz, con la máscara
del olvido.
La obra estaba terminada y al
contemplar su creación, eyaculó de placer.
La unidad al completo. |
Podéis ver también la unidad de atormentados eldar oscuros que os enseñe hace ya tiempo y en donde comentaba como los pinte y que tipo de estrategias suelo jugar con esta unidad.
Un cordial saludo.
Pin el profeta.
Tío....que sádico eres...pero mola jajajajaja
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