Foresta
veraniega de verdes oscuros bañados por los rayos calurosos del sol que
penetran entre las ramas hasta forjar con la oscuridad un frio húmedo. Prados
de tupida yerba cortados por la razón de la carretera que portan en su interior
la esencia de la civilización.
Atraída por ella,
sus luces, olores y colores alientan la curiosidad del ser que es temido por
todos a la vez que odiado. No por su fuerza, ni su raza, sino por pertenecer al
mundo prohibido de los sentimientos que nunca afloran y siempre permanecen
enterrados en nuestro interior.
Jogüi el campesino
es el primero en observar desde su tractor amarillo el caminar de este ser. Sin
dudarlo, armado con hoz y martillo, abandona a su suerte su cultivo al olvido
del desconocido. Al futuro incierto de una mano que es garra y una boca que son
fauces del infierno.
En la región es
conocido como Julak el ogro hechicero. Por todos es sabidos que no tiene mas
amigos más allá de su hueste d de ogros que son sus camaradas de lucha, riña,
borrachera y rafia con los que forma una tribu de seis miembros a la que el
comanda.
Al ver desprovisto
de guardián el campo de cultivo se percata del posible momento de diversión que
pudiera ser conducir un tractor amarillo. Llega al vehículo y sin darse cuenta
aplasta lo que al principio creía boñiga que al ser observado con más
detenimiento torna en stnotling.
Ser pequeño de
color verde que es el estado primario de cualquier pielverde. Portador de caos
y barbarie. De locura y sin razón. Duende de la campiña que es el motivo de pérdida
de la hoz entre campesinos y entre los agricultores, del melocotón.
Desafiante ante su
muerte un snotling siempre combate en horda y como un millar de mentes unidas
surgieron por doquier cientos de seres. Sin titubeo, ni duda comenzaron el
asedio de la gran torre que era Julak el hechicero.
Ante la pasmosa
mirada de incredulidad por encontrar algo que se opusiera a su voluntad, vio
como tendían cuerdas entre sus piernas muy a su pesar. Cuando quiso reaccionar
dio la oportunidad para que sus enemigos lo pudieran postrar, en un lugar que
largo tiempo iba a ocupar.
Desde el atrio que
era la frente del gran ser, Pegote el verde dijo a la horda y al ogro a la vez:
- Zi no jugaz a
Blood Bowld, tu moriz zin maz. Llamaz a tuz chicozzz porque el viejo mundo
vamoz a vizitar luchandoz en eztadioz y arenaz.¿Y que nezezitar? Un gran equipo
de ogroz y znotlingz sin igua. Ze llamara los pegotez y los chicoz del tractor
amarillo.-
Con esta singular historieta os presento a la banda de Blood Bowld
que pretendo ir pintando y tener lista en un periodo relativamente corto de
tiempo. El motivo por el cual me decante por ogros es meramente casual a la vez
que buscado, casual porque un amigo estaba cansado de usarla en los estadios de
Blood Bowld del viejo mundo y necesario porque siempre me han gustados los
ogros y sentía cierta inquietud por comandarlos a la batalla.
El trasfondo que
quiero transmitir es el siguiente, considero a estos ogros una fenomenal banda
de catetos inadaptados con altas cotas de fuerza bruta cuya estupidez los hace
un equipo perdedor ante la primera prueba, la inscripción del equipo en un
torneo. Por lo tanto se hace necesaria la figura de un líder carismático que
pueda entender algo de la burocracia necesaria para presentar al equipo de
ogros. Claro esta que este papel se persona en la figura de un stnotling. De
esta forma fuerza bruta e inteligencia se conjugan para poder participar en
cualquier gran torneo de Blood Bowld.
Se conjuga así dos vertientes de juegos contrarias y extremas. La facilidad de los piles verdes para esquivar y pasar entre los contrincantes y la pasmosa fuerza con la que comerse a los enemigos de cualquier ogro. Todo ello con el aliciente de que la estupidez del ogro pueda dejar cualquier táctica a medias. Todo esto la hace una bomba de relojería graciosa de jugar y muy animada.
Después de semanas
de entrenamiento, explicación de las reglas y de darles de comer yogur
azucarado llegue a la conclusión de que esta panda de chalados solo podían
jugar de una forma: tenía 16 turnos de juego para matar al contrincante y poner
con suerte un par de balones en la zona de Touchdown del contrincante. Para ello
los ogros apoyados por los stnotling irían acabando con la melé principal
mientras que los pegotes más valientes y rápidos avanzarían entre las piernas
de sus enemigos asta llegar a recibir un goblin-pase (dícese de aquel pase en
el que se pasa balón y goblin a la vez).
Esta táctica desde
luego que podrá ser mejorada pero todavía soy un jugador novel en Blood Bowld y
se me hace necesario ir jugando más para pillarle el tranquillo. De todas
formas espero que me deis algún consejo sobre como hacer morder el polvo a mis
contrincantes.
Un cordial saludo.
Pin el profeta.
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